Los tratamientos de reproducción asistida han crecido un 28% en los últimos cinco años. Así lo asegura el informe publicado con motivo del XII Workshop Registro Nacional de Actividad 2018 de la SEF presentado por el Ministerio de Sanidad y la Sociedad Española de Fertilidad.
Según los datos recogidos, en el año 2018 se desarrollaron 149.337 ciclos de FIV (Fecundación in vitro). Esto ha implicado un incremento del 6% respecto al año pasado, y un 28 % en cuanto al primer Registro Nacional del año 2014.
Desde 2015, todos los centros de reproducción asistida deben auditar sus resultados a través del Registro Nacional. Esto permite que cada año se publique un informe de la evolución de los tratamientos de reproducción asistida en España; en este caso los resultados obtenidos de 2018 son a partir de 319 centros de fertilidad.
Entre otros datos estadísticos del registro, se ha plasmado que, del total de 183.437 ciclos de reproducción asistida, se han realizado 34.100 inseminaciones artificiales.
El 9% de los nacimientos se deben a la reproducción asistida
Además, a pesar de la disminución de nacimientos en España, se ha visto un incremento en el nacimiento de bebés por tratamientos de reproducción asistida, concretamente 37.094 bebés nacieron en el año 2018 gracias a estos procedimientos. Esto demuestra el impacto de los avances en medicina reproductiva en nuestro país, ya que la tasa de bebés nacidos mediante estas técnicas ha supuesto un 9% del total de nacimientos en España.
En cuanto a los embarazos múltiples logrados a través de la tecnología reproductiva, los datos del informe de 2018 sitúan a España por debajo de la media europea del año 2017. Los embarazos múltiples de reproducción asistida han sido de un 13% en comparación con el 21% de hace 5 años.
Más ciclos con embriones criopreservados
Por otro lado, se ve un incremento en la transferencia de embriones criopreservados y en los ciclos en los que se ha realizado DGP (diagnóstico genético preimplantacional).
La transferencia de embriones congelados o transferencia diferida consiste en el uso de embriones creados en un proceso previo de fecundación in vitro (FIV), que en su momento fueron congelados mediante la vitrificación embrionaria. Para ello, es importante la correcta preparación del endometrio uterino antes de la implantación del embrión. Esta técnica ha supuesto en el estudio, un 26% de todas las transferencias embrionarias del año 2018.
El DGP o diagnóstico genético preimplantacional ha sido el tratamiento con mayor crecimiento con respecto a los informes de los 5 años anteriores. En 2018 se registraron un total de 12.533 ciclos de análisis genético de embriones. Principalmente la edad de las mujeres ha actuado como factor en el incremento de esta técnica, ya que una de las indicaciones más frecuentes para realizar un DGP es la edad materna avanzada.
