Hasta hace relativamente poco tiempo, la tarea de congelar embriones u óvulos era mediante la técnica de congelación lenta. A través de este método existían muchas diferencias entre la tasa de implantación de embriones congelados y frescos. En la actualidad, existe un método de congelación a velocidades ultrarrápidas llamado vitrificación, que es el que usamos en Amnios.
En contraste con la congelación embrionaria convencional, la vitrificación evita la formación de cristales de hielo en las células, que en última instancia, es la causa de la no supervivencia de un embrión al proceso.
Las tasas de implantación se ven mejoradas con la vitrificación respecto a la congelación convencional, eso se traslada a una mayor tasa de embarazo con embriones descongelados.
La vitrificación se realiza con unos medios altamente concentrados que unido a una temperatura de enfriamiento de más de 15000º C por minuto (En contraste a los 0,3ºC del método convencional) favorece que la posibilidad de la formación de cristales de hielo sea mucho menor y aumente la supervivencia.
Este método está indicado en pacientes que generan embriones supernumerarios o pacientes que no han podido realizar la transferencia “en fresco”.
Gracias a la afinación de esta técnica, también se ha podido mejorar la supervivencia en la congelación de ovocitos. Ha permitido que la criopreservación de la fertilidad sea una realidad para pacientes que van a someterse a algún proceso oncológico o que quieren posponer la maternidad.
El mantenimiento de los embriones u ovocitos congelados se hace en tanques de nitrógeno líquido a -196ºC hasta su uso por la paciente. asking . El tiempo que se mantengan en estas condiciones no afectará a su capacidad de implantación en el caso de los embriones ni a su capacidad fecundante en el caso de los ovocitos.
Ramón Suárez
Responsable de Laboratorio
