Cuando se consigue el embarazo mediante un tratamiento de reproducción asistida, es habitual que la mujer se encuentre inicialmente con cierta desorientación: ha estado, durante un tiempo más o menos prolongado, luchando por un sueño y ahora que ha llegado no sabe qué debe hacer y qué no; qué síntomas son normales y cuáles pueden ser preocupantes.
Por ello, a continuación describimos una relación de los cambios esperados en tu organismo una vez que llega el embarazo:
– Son frecuentes los dolores abdominales, como si fueras a tener la menstruación. No debes alarmarte: son normales. Si son muy intensos o se acompañan de sangrado, tienes que acudir a tu ginecólogo.
– Puedes sentirte más sensible y emotiva, y en ocasiones cansada y fatigada.
– Las mamas aumentan de tamaño, el pezón se vuelve más sensible y puede aparecer leche antes de finalizar el embarazo, hecho que no debe preocuparte.
– Observarás mayor pigmentación de la piel, por lo que es aconsejable que utilices protección solar incluso en invierno. Pueden aparecer estrías; para prevenirlas, debes mantener tu piel muy hidratada.
– Las náuseas y los vómitos, sobre todo por las mañanas, son frecuentes durante los tres primeros meses del embarazo, así como el ardor de estómago al final de la gestación. Deberás, para aliviar estos síntomas, tomar una alimentación sana y variada, realizando a veces cinco tomas: desayuno (e incluso algo antes de levantarte), media mañana, comida, merienda y cena. Aumenta la ingesta de lácteos. Consulta a tu médico en todos los casos; determinadas medicaciones pueden resultar de utilidad.
– El estreñimiento y las hemorroides son frecuentes. Procura tomar una dieta rica en fibra, zumos (con pulpa) y líquidos. No tomes laxantes sin consultar antes con tu médico.
– Las varices son frecuentes, sobre todo al final del embarazo. Evita llevar ropa ajustada. No permanezcas de pie durante períodos prolongados. Descansa con las piernas elevadas. Es aconsejable utilizar medias elásticas hasta la cintura. La hinchazón de pies y tobillos a lo largo del día no es un signo preocupante.
– Los dolores de espalda aparecen principalmente al final del embarazo, cuando la mujer gestante adopta una postura distinta a la habitual. Procura escoger respaldos rectos, evitar cargas pesadas y utilizar un colchón duro para tu descanso.
– Durante el embarazo aumenta la necesidad y frecuencia de orinar, obligándote a levantarte incluso por la noche.
Ante todo, piensa que el embarazo no es una enfermedad, sino una parte más de tu vida, e intenta no perder de vista el sentido común, que debe seguir aplicándose (o incluso más) en esta etapa.
Dra. Marian Chávez Guardado
Directora Médica Amnios In Vitro Project