El tipo de sociedad en el que nos movemos hoy en día, hace muy difícil que una mujer pueda permitirse ser madre en el momento en el que, desde un punto biológico sería el ideal. Efectivamente, el momento de máxima fertilidad de una mujer se sitúa en torno a los 20-25 años y a partir de ahí, de forma paulatina, pero inexorable, la capacidad de una mujer para ser madre va lentamente declinando.
Como hemos dicho, hoy en día no es raro que una mujer no pueda permitir plantearse enfrentarse a la maternidad hasta los 35 o a veces más años. Pero a esas alturas sus óvulos ya no tienen las capacidades que tenían antes. Cada vez les costará más ser fecundados y la probabilidad de que aparezcan anomalías genéticas es mayor. El resto de su organismo está, en la mayoría de las ocasiones, en perfecto estado, pero sus óvulos no.
¿Por qué ocurres esto? Porque el óvulo es una de las pocas células del organismo que no se regeneran con el tiempo. Una mujer nace con todos los óvulos que tendrá a lo largo de su vida. Esto hace que el envejecimiento sea mayor que el que se produce en otros órganos.
Pero afortunadamente hoy en día puede haber solución. Aquellas mujeres que se planteen ser madres en un futuro pero que en este momento no pueden permitírselo, o no sea el mejor momento, pueden congelar sus óvulos. De esta forma, el día de mañana pueden conseguir el embarazo con los mismos beneficios y menores riesgos que poseen sus óvulos en este momento. El problema lógico de envejecimiento que se produciría en ellos quedaría obviado de esta forma.
Igualmente, cuando el problema es que la mujer se va a someter a un tratamiento de quimioterapia o radioterapia que puede lesionar sus ovarios, se puede recurrir a esta técnica para preservar los óvulos para el futuro.
Amnios In Vitro Project ofrece este servicio para todas aquellas pacientes que deseen congelar sus óvulos para querer evitar riesgos en el futuro. Pida una cita para que podamos informales en qué consiste la técnica. Ya saben que esta cita siempre es gratuita.