Mitos y falsas creencias en reproducción asistida

Hoy en día, vivimos en una sociedad altamente ligada a internet, redes sociales, foros… el mundo virtual en general. Sin embargo, ¿hasta qué punto es fiable la información que podemos sacar de estas fuentes?; ¿Qué importancia debemos darle a lo que leemos en foros de opinión?; ¿Cómo puede o debe afectar esto a las decisiones que finalmente tomamos?

Como todos los campos médicos, la reproducción asistida también se está viendo afectada por esta tendencia de consultar antes a desconocidos que a profesionales y, en muchas ocasiones, la información recibida no es del todo correcta por no decir totalmente alejada de la realidad. Así pues, con la intención de enmendar esta circunstancia, con este post vamos a intentar explicar algunos de los aspectos que dan más pie a ser comentados con error.

  • Si me tomo la píldora, afectará mi fertilidad en un futuro:

FALSO. No existe ninguna relación entre el uso de anticonceptivos orales (ACO), así como de otro tipo de anticonceptivos tales como el anillo vaginal, el parche o el DIU hormonal con la infertilidad. Además, al contrario de lo popularmente comentado, no es necesario esperar un tiempo determinado después del uso de ACO para tener hijos. Si bien el tiempo necesario para conseguir embarazo dependerá de cada persona, un suplemento de ácido fólico podría ser de ayuda para evitar tener niveles bajos de esta vitamina que previene defectos en la formación del tubo neural del bebé.

  • Los embarazos conseguidos por reproducción asistida tienen más riesgo:

FALSO. No hay relación directa entre una técnica de reproducción asistida y un embarazo de riesgo. Si bien cabe destacar que la población que se somete a un tratamiento de fertilidad tiene una edad media más elevada que las parejas que consiguen gestación de manera natural, siendo éste un factor que puede originar hipertensión o diabetes gestacional.

  • Un tratamiento de reproducción asistida produce embarazos múltiples:

NO DEL TODO CORRECTO. No siempre que  se realiza un tratamiento de fertilidad se consigue un embarazo múltiple. Si bien es cierto que la incidencia de embarazos múltiples es mayor en las pacientes sometidas a un ciclo FIV/ICSI, debido a la transferencia de más de un embrión. De este concepto surge otro erróneo:

  • Si me transfiero dos embriones tengo el doble de posibilidades de conseguir embarazarme:

FALSO. Esto es no así. Con la transferencia de dos embriones aumenta la probabilidad de conseguir gestación, no siguiendo una proporción lineal. Las probabilidades de lograr embarazo se verán  aumentadas. Sin embargo también lo harán las probabilidades de que se produzca un embarazo gemelar, con los riesgos que éste conlleva. Por ello, la tendencia cada vez mayor de los especialistas es la transferencia única, basada en una buena selección embrionaria para aumentar las probabilidades de éxito sin poner en peligro la salud.

  • Si hago deporte frecuentemente y me mantengo joven puedo ser madre a cualquier edad:

FALSO. Evidentemente un estilo de vida saludable aumentará las probabilidades de éxito, pero no debemos descuidar el factor más importante en la mayoría de los casos: la edad. Muchas veces creemos que por ir al gimnasio y ser capaces de correr una maratón sin apenas cansarnos estamos en plena forma y, por tanto, también lo están nuestros ovarios. Pero no es así. Los ovarios, y el aparato reproductivo en general, van a ver disminuida su función a lo largo del tiempo, disminuyendo por tanto las probabilidades de lograr gestación

  • La edad que importa es la de la mujer; el varón no tiene nada que ver:

FALSO. Aunque en la mayor parte de los casos el factor limitante sea la edad materna, el varón también juega un papel importante. Al igual que en la mujeres, según aumente la edad del varón, su capacidad reproductiva se verá disminuida debido a una mayor fragmentación del ADN de los espermatozoides.

La mujer suele alcanzar su pico de fertilidad entre los 23 y 31 años. A partir de entonces, las probabilidades de quedarse embarazada empiezan a reducirse. A los 30 años, las mujeres sanas y fértiles tienen un 20% de probabilidad de concebir durante un ciclo cualquiera. A los 40, la probabilidad media por ciclo de que una mujer conciba es del 5%. A partir de los 45 años, la probabilidad se reduce a menos de un 1%.

La edad paterna avanzada se asocia a una tasa superior de alteraciones en los cromosomas de los espermatozoides y de mutaciones nuevas que pueden manifestarse en forma de esterilidad, abortos, enfermedades o malformaciones congénitas en sus hijos. Así, el riesgo de mutaciones espontáneas de un gen puede ser 5 veces mayor en un padre de 45 que en uno de 20 años.

Así pues, y aunque en internet se pueda encontrar todo tipo de información, ésta no siempre es verídica. La mejor opción es consultar siempre con un profesional, capaz de responder a nuestras dudas de manera sencilla pero fehaciente y evitándonos así quebraderos de cabeza, en muchos casos innecesarios.

Victoria García Aroz
Embrióloga Amnios In Vitro Project

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