Cada vez hay más mujeres que después de superar un cáncer de mama tienen el deseo de ser madre. Se debe a varios factores como el diagnóstico temprano de la enfermedad, mayor tasa de supervivencia o mayor intervención por parte de médicos y pacientes.
¿Puedo ser madre después de un cáncer?
¿Es realmente seguro para el feto y para mí? Son algunas de las preguntas que se hacen muchas mujeres después de recibir la dura noticia.
La maternidad tras el cáncer es posible, pero es necesario recibir toda la información necesaria y pertinente por parte de los facultativos. En primer lugar, se deberá informar a la paciente de cómo afectará el tratamiento del cáncer a su fertilidad futura y qué opciones hay para intentar mantener dicha fertilidad.
Preservación de la fertilidad
La preservación de la fertilidad puede realizarse de tres maneras:
- Criopreservación de embriones.
- Vitrificación de óvulos. Es el tratamiento más común.
En ambos procesos se realiza un tratamiento de estimulación ovárica con una duración de 12 a 14 días. La estimulación se puede realizar en el espacio de tiempo que va desde la cirugía del tumor hasta el inicio del tratamiento del cáncer (quimioterapia o radioterapia).
- Congelación de Tejido Ovárico. Para las mujeres que aún no han alcanzado la pubertad, la opción recomendada es congelar el tejido ovárico. Mediante laparoscopia, se extrae la corteza de los ovarios, donde se encuentran los folículos que contienen los óvulos, y se criopreserva para su uso futuro.
Después del cáncer, es necesario esperar un período de tiempo razonable antes de intentar ser madre. El momento debe acordarse con el oncólogo para determinar cuándo ha pasado el riesgo máximo de recurrencia de la enfermedad, y así poder evaluar un posible embarazo natural. Si las probabilidades son mínimas, se puede llevar a cabo un tratamiento de reproducción asistida. El tiempo de espera mínimo para realizarse tratamientos de reproducción asistida suele ser de 2 años después de completar todos los tratamientos, ya que es en este plazo donde el cáncer puede volver a reaparecer en nuestro cuerpo.
Cáncer de mama gestacional
Por otra parte, algunas mujeres tienen que enfrentarse al diagnóstico del cáncer de mama en la gestación. El Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama GEICAM, muestra que la incidencia global del cáncer de mama gestacional oscila entre el 0,2% y el 3,8%. Es poco usual, pero a pesar de ello las mujeres embarazadas deben ser conscientes de la probabilidad de poder padecer cáncer de mama durante el embarazo. Las pacientes con cáncer de mama gestacional se caracterizan por tener una edad al diagnóstico mayor de 30 años.
El tratamiento del cáncer de mama gestacional y el no gestacional es semejante; pero siempre hay que prestar especial atención a circunstancias como las semanas de embarazo en el momento del diagnóstico, la etapa de la enfermedad, las opciones de tratamiento y si la cura puede perjudicar o no al feto.
La radioterapia debe ser descartada para tratar el cáncer de mama en embarazadas, debido a las posibles malformaciones en el feto. Finalmente, respecto a la quimioterapia, su administración durante el primer trimestre conlleva un alto riesgo (25%) de sufrir aborto espontáneo o desarrollo de malformaciones. Sin embargo, en el segundo y tercer trimestre la quimioterapia se considera segura, aunque puede conllevar otro tipo de riesgos como el bajo peso al nacer o la supresión de la médula ósea, que hace que los bebes sean más susceptibles de tener infecciones.