Fecundación in vitro o Microinyección espermática, esa es una duda frecuente entre nuestros pacientes, pero que incluso no es motivo de acuerdo generalizado entre los especialistas. Recordemos que una Fecundación in Vitro clásica consiste en poner una parte de la muestra de semen junto a los ovocitos recuperados tras la estimulación ovárica para que fecunden espontáneamente. Por otro lado una Microinyección espermática consiste en introducir uno por uno los espermatozoides dentro de cada ovocito.
Es frecuente pensar hoy en día, tanto por parte de los pacientes como de algunos profesionales, que la microinyección espermática es la técnica ideal a utilizar en los ciclos de fecundación in vitro. No obstante esto se ha demostrado como erróneo. Es fundamental individualizar el caso. En determinados pacientes, si existen problemas al interaccionar óvulos y espermatozoides, se producirá un problema de fecundación si no se recurre a una microinyección espermática. No obstante, en otros casos, la microinyección espermática puede provocar la rotura de los ovocitos. Igualmente se ha demostrado que en muchos casos, cuando no está indicada por algún motivo la microinyección espermática, los porcentajes de fecundación con la forma clásica son superiores.
De esta forma, lo importante es individualizar cada caso y que sean los embriólogos los que decidan el día de la punción. Por ello en Amnios no modificamos el precio del ciclo según el tipo de fecundación in vitro. De esta forma, los embriólogos no se ven mediatizados en su toma de decisiones por un factor económico, pudiendo tomar la decisión sólo en función de lo que vaya a producir los mejores porcentajes de fecundación.