“Mami, ¿y yo cómo nací?”. Así suele comenzar la primera conversación sobre sus orígenes que los padres mantienen con sus hijos. Los adultos no siempre conseguimos salir airosos. En el caso de las parejas que han recurrido a la reproducción asistida, es normal vivir este momento con cierta tensión.
El misterio de las semillas del bebé es una fábula ilustrada en la que una lechuza, un elefante, un lagarto y un pingüino explican las diferentes posibilidades de concebir a un pequeño que quiere saber cómo fue engendrado. Pensado para ser leído en familia, ofrece respuestas claras y sencillas a fin de que los niños concebidos de una “manera diferente” sean capaces de construir su identidad sin complejos ni secretos.
Citando las palabras del autor, el psiquiatra francés Serge Tisseron, este cuento intenta ser “un apoyo que permita a los padres hablar de esta cuestión a los hijos a una edad muy temprana, con palabras sencillas e imágenes adaptadas”
La organización de familias The Donor Conception Network editó el libro Telling and Talking (disponible en inglés) para padres de niños concebidos con donación de gametos, para edades entre 0 y 7 años. Esta misma organización ofrece la película A different story…, con testimonios de personas concebidas a través de reproducción asistida y donación de gametos, explicando lo que esto significa para ellos.
“Los libros del viaje del Bichito de Luz” y “Mamá y papá sueñan con un Bichito de Luz” también son de gran interés. Y “Mamá sueña con un Bichito de Luz”, para madres solteras por elección que han utilizado donación de semen, puede resultar de gran ayuda para contar al niño cómo ha venido al mundo.
Los expertos recomiendan contar sus orígenes a los niños cuando estos tienen entre 3 y 5 años. Hacer entender a personitas de estas edades que son hijos nacidos de sus padres pero, por ejemplo, sin la carga genética de uno de ellos, no es tarea fácil. Por ello es muy importante buscar el momento apropiado, actuar con naturalidad, situarse físicamente a su misma altura y ofrecer explicaciones sencillas con elementos visuales y gestuales. “Es inútil querer explicarlo todo de una sola vez. Si el niño pregunta cómo nació, no ayuda en nada que los padres le expliquen que no podían tener niños, que fueron al médico una vez, dos veces, que fueron al hospital… Hay que explicarle lo esencial”, puntualiza Tisseron.
Eva Díaz Fuentes
Atención al Paciente Amnios In Vitro Project