La Esterilidad se define como la incapacidad de uno o ambos miembros de la pareja para la concepción natural en un plazo de 1 año. Existen factores importantes inherentes a la esterilidad: el tiempo de búsqueda activa de embarazo, la frecuencia de la actividad sexual y la edad de la pareja. Se considera una frecuencia óptima para maximizar la eficacia reproductiva, el hecho de tener relaciones sexuales cada 2 o 3 días.
En mujeres mayores de 35 años, se aconseja iniciar los estudios de esterilidad después de 6 meses intentando el embarazo sin éxito y en mujeres menores de 35 años con ausencia de reglas, irregularidad menstrual o que previamente se haya diagnosticado algún factor asociado a esterilidad, también se aconseja no esperar un año para ser valorada por un médico especialista.
Es importante señalar que, en parejas jóvenes sin antecedentes de riesgo reproductivo, la probabilidad de obtener gestación espontánea mediante relaciones sexuales frecuentes, no protegidas, es superior al 80% al cabo de un año.
La esterilidad puede ser de dos tipos:
- Esterilidad primaria: la pareja no ha conseguido un embarazo de manera natural.
- Esterilidad secundaria: tras un primer embarazo, la pareja no consigue tener otro embarazo.
Si después de un año intentando el embarazo no lo consigues, entonces deberías ponerte en contacto con un médico especialista en reproducción humana asistida para que te ayude a lograrlo.
¿Cuáles son las causas de la esterilidad?
Las causas pueden ser por factores femeninos, factores masculinos y, en muchos casos, ambos miembros de la pareja pueden tener condiciones patológicas que condicionen la fertilidad.
Los factores femeninos que se diagnostican más frecuentemente y que representan el mayor porcentaje de las causas de la esterilidad femenina son:
- Alteraciones en la ovulación: ovulación poco frecuente o directamente ausente, cuyos síntomas podrían ser irregularidades menstruales o ausencia de menstruaciones (amenorrea).
- Antecedentes de cirugías abdominales o pélvicas.
- Endometriosis.
- Síndrome de ovario poliquístico.
- Obstrucción de las trompas uterinas.
- Antecedentes de enfermedades de transmisión sexual.
- Factores uterinos como miomas, pólipos, malformaciones, adherencias, patologías cervicales.
- Factores inmunológicos y hormonales.
- Causas genéticas.
Dentro de los factores masculinos podemos destacar:
- Alteración de los parámetros seminales: disminución de la cantidad de espermatozoides, disminución de la movilidad de los espermatozoides y alteración de la forma de los mismos.
- Factores hormonales.
- Causas genéticas.
- Disfunción eréctil.
Existen otros factores de riesgo relacionados con la esterilidad:
- Edad: a partir de los 35 años la cantidad y calidad de los óvulos de una mujer comienza a disminuir.
- Hábito de fumar.
- Consumo de drogas y/o alcohol.
- Sobrepeso.
En vista de la diversidad de factores que pueden influir en la fertilidad masculina o femenina, es necesario que un especialista realice una historia clínica detallada y se apoye en pruebas tales como, estudios radiológicos (ecografía, histerosalpingografía), analíticas sanguíneas, estudios genéticos o seminograma, entre muchas otras cosas.
Recuerda que la esterilidad no es necesariamente permanente y hay múltiples tratamientos disponibles que pueden ayudar a muchas parejas a concebir. Si tienes preocupaciones sobre tu fertilidad, lo más importante es buscar ayuda médica para obtener un diagnóstico adecuado y considerar las opciones disponibles.
Dr. A. Javier Vespa Hidalgo
Ginecólogo Especialista en Reproducción Humana Asistida
Clínica Amnios In Vitro Project