Compaginar con el día a día un tratamiento de reproducción asistida no resulta fácil. Una de las cosas más difíciles es combinarlo con el trabajo. Para ello, es importante saber exactamente cuánto tiempo vamos a tener que ausentarnos del trabajo y si esto puede resultar un problema, especialmente con un responsable poco comprensivo.
Entre visitas al médico, análisis de sangre, inyecciones de medicación, ecografías de control, etc., las pruebas exigen acudir por la mañana a los centros médicos, que en ocasiones se encuentran distanciados del lugar de trabajo. A veces hay retrasos en las consultas o atascos en la ciudad, resultando imposible justificar las ausencias laborales. En algunos casos parece tan difícil de compaginar que las pacientes deciden coger una excedencia para poder realizar sus tratamientos con mayor tranquilidad.
El tratamiento podrá durar 6 meses, un año o prolongarse en el tiempo, por ello no siempre se puede dejar la vida laboral. El trabajo también resultará beneficioso, permitiendo despejar la mente y no mantenerla siempre en el proceso médico que se está realizando y que no todo gire en torno a la deseada maternidad.
Las mujeres a menudo se preocupan por si deberían volver al trabajo al finalizar el tratamiento durante el período de la betaespera, pero en general no es necesario ausentarse del trabajo durante esos días, a no ser que exista una razón específica. Es bueno mantenerse ocupadas durante la espera y es poco probable que trabajar tenga cualquier tipo de impacto negativo. Aun así algunas mujeres, sienten que no tendrían que estar trabajando durante la betaespera: es una decisión muy personal.
Desde Amnios aconsejamos que aprovechen los períodos laborales más tranquilos, evitar los cambios de responsabilidades, etc., para realizar en ese momento los tratamientos. Si es necesario pedir unos días de descanso, tal vez sea mejor hacerlo en el período más estresante del procedimiento que suele ser la estimulación ovárica.
Antes de empezar el tratamiento, es de gran ayuda hablar con el equipo médico, para saber exactamente qué implicará. Ellos podrán decir cuántas veces hay que visitar la clínica y en qué fechas. Es importante informarse de sus horarios y disponibilidad, y de esta manera, asegurarse poder encajar estas visitas con el horario laboral, lo que hará todo más fácil.
No existe hasta la fecha una protección legal especial para las mujeres sometidas a tratamientos, pero algunos países con normativas más avanzadas han desarrollado documentos al respecto.
Si los jefes son comprensivos, podrán aceptar la delicada situación y facilitar al empleado las horas o días libres que necesite sin que esto conlleve ningún problema a su estabilidad laboral. Pero en otros casos el jefe no será tan disponible. También aquí los médicos podrán colaborar con justificantes de asistencia médica.
Afortunadamente, en algunas empresas ya existen políticas de recursos humanos que contemplan la posibilidad de permitir a sus trabajadoras ausentarse para poder realizar un tratamiento de reproducción asistida, darles la opción de cambiar sus horarios o bien coger una excedencia, si es necesario.
En cualquier caso, lo más importante es tener previsto cuánto tiempo hay que faltar al trabajo durante el tratamiento para poder planificar como actuar. Los planes pueden cambiar durante el proceso, pero lo importante es evitar un estrés adicional.
Seguir el tratamiento es mucho más fácil si desde el principio se puede combinar con el trabajo.
Sara Barberi
Atención al Paciente Amnios In Vitro Project